Los doctores y doctorandos españoles salen de la Universidad con una enorme preparación teórica y un amplio conocimiento, el mayor posible en su campo concreto. Pero si dejan el mundo universitario y optan por el mercado laboral, ¿valen esas capacidades para trabajar en la empresa privada?

Según las empresas tecnológicas e industriales, existen algunas carencias en competencias transversales sobre lo que demandan las compañías y la formación que se ofrece en los programas de doctorado. Consideran que a los doctores y doctorandos les falta capacidad para entender la cultura empresarial y las estructuras de la organización, y también la habilidad para dirigirse a diferentes públicos.

Son algunas de las conclusiones del taller sobre competencias transversales en el sector tecnológico e industrial español, organizado en el marco del proyecto europeo DocEnhance en el que participan la Fundación Universidad-Empresa y la Universidad de Alcalá.

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En concreto, la capacidad de entender la cultura empresarial es la habilidad con una brecha mayor entre la importancia que dan las empresas y el nivel de competencia, (-43%), seguido de la capacidad para dirigirse a diferentes públicos, no solo académicos (-41,38%) y la participación en actividades no relacionadas con la investigación (-41,07%). Según los expertos, la formación doctoral debe contemplar estas competencias transversales para mejorar la empleabilidad de los graduados.

Sin costumbre de trabajo en equipo

En relación a las habilidades más importantes para las compañías, los expertos coinciden en resaltar la adaptabilidad y la flexibilidad, la colaboración y el trabajo en equipo, y la proactividad como las tres competencias más destacadas.

Los niveles más altos de competencia en la formación de los doctorados son para el conocimiento temático, la formación continua y cuestiones éticas. Y superan las expectativas de las empresas la movilidad geográfica, el conocimiento temático y la metodología.

Las habilidades sociales y comunicativas son las más valoradas por los expertos que participaron en la jornada. En ese sentido, el nivel de escritura, tanto para documentos o informes académicos, como las habilidades orales son competencias fundamentales.

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No obstante, los expertos resaltaron la falta de costumbre para trabajar en equipo que se da en la formación doctoral y la escasa promoción de esta competencia entre los candidatos a doctor. En lo referente a las habilidades personales, lo participantes destacaron dos habilidades esenciales, muy valoradas por las compañías: la adaptación al cambio y la capacidad para resolver problemas complejos.

El proyecto DocEnhance busca identificar las competencias transversales que requieren los doctorandos y doctores para incorporarse al mundo laboral no-académico y el de adecuar la formación de los programas de doctorado a las expectativas de las empresas.